Introducción
El reciente cambio en la política aduanera de Estados Unidos, que elimina la exención arancelaria para paquetes de bajo valor, representa un giro trascendental para el comercio electrónico global. Esta medida, que afecta directamente a millones de envíos internacionales, exige una reconfiguración inmediata de las estrategias logísticas, comerciales y financieras de empresas que exportan al mercado estadounidense. En este artículo, exploraremos a fondo las implicaciones económicas, los desafíos operativos y las oportunidades estratégicas derivadas de este nuevo escenario regulatorio.
Fin de la exención «de minimis»: ¿Qué cambió?
La exención «de minimis», que permitía la entrada de bienes con un valor menor o igual a $800 sin pagar aranceles, fue eliminada en agosto de 2025. Esta política había facilitado el auge del comercio electrónico transfronterizo, especialmente para empresas pequeñas y medianas. Con el cambio, todos los paquetes deben pagar aranceles según su origen y naturaleza.
Por ejemplo, una tienda online en México que vendía accesorios de moda a EE. UU. ahora enfrenta costos arancelarios que antes no existían, reduciendo su margen de ganancia. Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU., más del 60% de los paquetes internacionales entraban bajo esta exención.
La eliminación de este beneficio obliga a exportadores y plataformas de e-commerce a rediseñar su modelo de negocio, incorporando el costo arancelario en su estrategia de precios.
Impacto en el comercio electrónico internacional
El comercio electrónico global ha sido uno de los motores del crecimiento económico en la última década, y los envíos de bajo valor eran una parte crucial de esta dinámica. La nueva normativa estadounidense impone barreras que afectan directamente a plataformas como AliExpress, Temu o Etsy, que dependen de un gran volumen de pequeños envíos.
Por ejemplo, AliExpress, que tiene millones de clientes en EE. UU., podría enfrentar una reducción sustancial en pedidos si los consumidores deben pagar más por productos que antes llegaban sin cargos adicionales. Según Statista, EE. UU. representaba más del 15% del tráfico global de AliExpress en 2024.
Esta situación plantea una amenaza a la competitividad de exportadores no estadounidenses, que podrían perder terreno frente a fabricantes locales beneficiados por la nueva estructura arancelaria.
Respuesta de los operadores logísticos
La reacción del sector logístico fue inmediata. Correos de España, junto con otros operadores postales europeos, suspendieron temporalmente sus envíos a EE. UU. justo antes de la entrada en vigor del nuevo régimen. Esta medida refleja la falta de preparación y claridad por parte de las autoridades al comunicar los requisitos técnicos y operativos necesarios.
La notificación oficial de los nuevos requisitos llegó apenas dos semanas antes de su implementación, dejando poco margen para que las empresas adaptaran sus sistemas de declaración aduanera. Esto ha generado cuellos de botella y pérdidas temporales en la cadena de suministro.
Como conclusión, los operadores logísticos enfrentan un desafío urgente: invertir en infraestructura tecnológica para cumplir con los nuevos requerimientos aduaneros y evitar interrupciones adicionales.
Período transitorio y aranceles fijos
Para mitigar el impacto inicial, las autoridades establecieron un período transitorio de seis meses, durante el cual se aplican aranceles fijos que oscilan entre $80 y $200 por paquete. Aunque esta medida ofrece cierta previsibilidad, también representa un incremento significativo en el costo de cada envío.
Para una empresa que vende artículos con un valor promedio de $50, pagar un arancel fijo de $100 representa un aumento de más del 200% sobre el precio del producto. Esto hace inviable mantener los mismos precios o estrategias de volumen.
Este período de gracia puede considerarse una oportunidad para que las compañías evalúen alternativas logísticas y rediseñen sus modelos operativos antes de que entren en vigor los aranceles variables.
Rediseño del modelo de negocio
Muchas empresas deberán replantearse su enfoque de ventas internacionales. Las opciones incluyen subir precios, consolidar envíos, establecer centros de distribución en EE. UU. o buscar alianzas estratégicas con actores locales.
Un caso relevante es el de Shein, la plataforma de moda rápida, que ya venía desarrollando centros logísticos en EE. UU. y México para reducir tiempos de entrega y prepararse para posibles cambios regulatorios. Esta estrategia la posiciona mejor frente a competidores que dependen del modelo de envío directo desde Asia.
Rediseñar el modelo de negocio no es opcional: es una necesidad para mantener la rentabilidad y la presencia en el mercado estadounidense.
Impacto en la competitividad internacional
La eliminación de la exención beneficia indirectamente a productores estadounidenses o a países con tratados comerciales favorables con EE. UU., como México o Canadá bajo el T-MEC. El resultado es una ventaja competitiva para estos actores frente a proveedores de países sin acuerdos comerciales preferenciales.
Por ejemplo, un fabricante textil en Vietnam ahora tendrá mayores barreras para vender en EE. UU., mientras que su equivalente en México podría mantener precios más competitivos gracias a menores aranceles.
Esta medida podría redefinir las cadenas globales de suministro, incentivando la relocalización o el nearshoring hacia países con acceso preferencial al mercado estadounidense.
Transformación de las cadenas de suministro
Las empresas deberán reestructurar sus cadenas de suministro para adaptarse al nuevo entorno. Esto implica mayor inversión en logística, centros de distribución regionales y sistemas de gestión de inventario más sofisticados.
Un ejemplo es Amazon, que ha invertido en más de 100 centros logísticos en EE. UU. y ha promovido su programa «Fulfilled by Amazon» para ayudar a vendedores internacionales a mantener presencia sin depender de envíos directos.
La transformación logística no solo es una respuesta a los aranceles, sino también una oportunidad para mejorar la experiencia del cliente y reducir tiempos de entrega.
Repercusiones en consumidores y pymes
Los consumidores estadounidenses enfrentarán precios más altos y menor variedad de productos, especialmente en segmentos como gadgets, moda y decoración. Las pymes que exportaban a EE. UU. verán reducida su competitividad y deberán buscar nuevos mercados o modificar su propuesta de valor.
Según un estudio de eMarketer, más del 40% de las compras transfronterizas en EE. UU. eran de productos con un valor menor a $100. Este segmento será el más afectado por la nueva regulación.
La diversificación de mercados y canales de venta se vuelve esencial para mitigar los efectos negativos de esta transformación.
Oportunidades para la innovación logística
El nuevo escenario también abre oportunidades para la innovación en logística y tecnología. Empresas tecnológicas especializadas en aduanas, trazabilidad y cumplimiento normativo podrían experimentar una fuerte demanda.
Startups como Flexport, que ofrecen soluciones de logística digital, están bien posicionadas para capitalizar este cambio. Su plataforma permite gestionar envíos internacionales con trazabilidad completa y cumplimiento automático de requisitos aduaneros.
Invertir en tecnología logística será clave para conservar eficiencia operativa y cumplir con las nuevas exigencias regulatorias.
Perspectiva geopolítica y proteccionismo
Esta medida se enmarca en una tendencia global hacia el proteccionismo comercial. Estados Unidos busca fortalecer su industria local y reducir la dependencia de importaciones, especialmente de economías asiáticas.
Este enfoque podría replicarse en otros países, lo que derivaría en una reconfiguración de los flujos comerciales internacionales. Empresas que anticipen esta evolución estarán mejor preparadas para adaptarse a futuros cambios regulatorios.
El fin de la exención es una señal de advertencia para los exportadores: la era del comercio electrónico sin fricciones está llegando a su fin.
Acciones recomendadas para empresas
Las empresas deben realizar un análisis financiero detallado de sus envíos a EE. UU., calcular el impacto de los aranceles y redefinir sus estrategias de precios. También deberían explorar alternativas como consolidar envíos o establecer presencia local.
Además, es crucial capacitar al equipo logístico en normativas aduaneras, invertir en software de gestión de comercio internacional y reforzar la planificación tributaria.
Adoptar un enfoque proactivo y flexible será la clave para mantener la competitividad en un entorno regulatorio más exigente.
Conclusión
La eliminación de la exención arancelaria para paquetes de bajo valor marca un antes y un después en el comercio electrónico internacional. Las empresas que exportan a EE. UU. deberán adaptarse rápidamente para sobrevivir y prosperar en este nuevo entorno. La reestructuración de modelos de negocio, cadenas de suministro y estrategias logísticas es inminente. Aquellas que actúen con agilidad y visión estratégica no solo podrán mitigar el impacto de esta medida, sino también identificar nuevas oportunidades de crecimiento en un contexto comercial global más complejo.




