Introducción
El peso mexicano ha sorprendido a los mercados financieros al consolidarse como una de las monedas emergentes con mejor desempeño en 2024. Cerrando la última semana de septiembre con una apreciación del 0.54% frente al dólar, su comportamiento refleja una compleja interacción entre factores externos e internos. Este artículo desglosa los elementos que han favorecido esta tendencia, analiza sus implicaciones para empresarios, inversionistas y consumidores, y proyecta los posibles escenarios de evolución cambiaria en los próximos trimestres.
El desempeño del peso mexicano en septiembre
Durante la semana del 23 al 27 de septiembre, el tipo de cambio se mantuvo en un rango entre 18.33 y 18.51 pesos por dólar, mostrando estabilidad en contraste con la volatilidad observada en meses pasados. Esta consolidación refleja la confianza creciente de los mercados en la moneda mexicana.
La apreciación del 0.54% semanal se suma a un avance acumulado de más del 8% en seis meses. Esta tendencia posiciona al peso como una de las divisas emergentes más fuertes, superando incluso a monedas como el real brasileño o el rand sudafricano en términos de rendimiento.
La estabilidad reciente también ha permitido una menor presión inflacionaria de productos importados y ha contribuido a mantener márgenes competitivos para empresas que dependen de insumos extranjeros.
Factores externos: debilidad del dólar
Uno de los motores principales del fortalecimiento del peso ha sido la debilidad relativa del dólar estadounidense. Los últimos reportes de confianza del consumidor en EE.UU. han mostrado caídas consecutivas, reflejando una desaceleración en la economía más grande del mundo.
Esta caída en la confianza ha reducido la demanda por dólares como activo de refugio, lo que ha favorecido el desempeño de monedas emergentes. Además, reportes de inflación más bajos de lo esperado en Estados Unidos han aumentado las expectativas de una política monetaria más laxa por parte de la Reserva Federal.
El índice DXY, que mide al dólar frente a una canasta de monedas, ha mostrado un retroceso del 1.2% en el mismo periodo, lo que coincide con el impulso del tipo de cambio en México.
Impacto de la política monetaria del Banco de México
El reciente recorte de 25 puntos base en la tasa de referencia por parte del Banco de México llevó la tasa al 7.5%, su nivel más bajo desde mediados de 2022. Esta medida, si bien esperada por los mercados, ayudó a estabilizar las expectativas sobre la política monetaria nacional.
Banxico ha mantenido una postura prudente, buscando un equilibrio entre la necesidad de apoyar el crecimiento económico y controlar la inflación. La tasa real permanece positiva, lo que sigue atrayendo flujos de capital hacia activos denominados en pesos.
En consecuencia, los inversionistas han mantenido posiciones largas en peso mexicano, fortaleciendo aún más su valor frente al dólar.
Inflación y fundamentos macroeconómicos
La inflación general en México aumentó de 3.51% a 3.74% entre julio y la primera quincena de septiembre. Sin embargo, la inflación subyacente se ha mantenido estable en torno al 4.26%, lo que indica que las presiones de precios no son generalizadas.
Estos niveles permiten al Banco de México maniobrar con cierta flexibilidad sin comprometer la estabilidad de precios. Además, la inflación controlada beneficia el poder adquisitivo de los consumidores y ayuda a contener los costos operativos de las empresas.
Mantener estos fundamentos sólidos es clave para sostener la confianza de los mercados en la economía mexicana.
Tensiones comerciales con China
En las últimas semanas, se han intensificado las tensiones comerciales entre México y China tras la imposición de nuevos aranceles por parte del gobierno mexicano. Esta medida, respaldada por la presidenta Claudia Sheinbaum, busca proteger sectores estratégicos de la competencia desleal.
La respuesta de Beijing no se hizo esperar, calificando la acción como “coercitiva” y solicitando una reconsideración. Esta situación introduce un nuevo foco de incertidumbre que podría afectar tanto el comercio bilateral como la percepción de riesgo país.
Empresas mexicanas con cadenas de suministro dependientes de productos chinos podrían enfrentar aumentos en costos y retrasos logísticos si la tensión se prolonga.
Perspectivas de la Reserva Federal y su efecto
Las expectativas sobre la política monetaria de la Reserva Federal estadounidense han cambiado significativamente en las últimas semanas. Reportes de inflación por debajo de lo previsto han reforzado la percepción de que la Fed podría frenar los aumentos de tasas o incluso considerar recortes en 2025.
Esta visión menos restrictiva ha disminuido el atractivo del dólar como activo de renta fija y ha impulsado el apetito por monedas de mercados emergentes como el peso mexicano.
El diferencial de tasas entre México y EE.UU. sigue siendo favorable, lo cual incrementa la rentabilidad de invertir en instrumentos mexicanos, fortaleciendo aún más la moneda nacional.
Proyecciones de tipo de cambio para 2025
El Banco de México proyecta que el tipo de cambio oscilará entre 20.24 y 20.69 pesos por dólar en 2025. Estas proyecciones reflejan una visión cautelosa ante la posibilidad de nuevos shocks externos o internos.
Si bien el desempeño reciente ha sido positivo, los analistas consideran que este fortalecimiento podría revertirse parcialmente si se materializan riesgos como un endurecimiento de la política comercial estadounidense o una desaceleración global más profunda.
Por ello, tanto empresas como inversionistas deben considerar estos escenarios al tomar decisiones estratégicas de largo plazo.
Riesgos geopolíticos y su efecto en la divisa
Uno de los mayores riesgos para la estabilidad cambiaria en México proviene de las políticas comerciales del expresidente Donald Trump. A pesar de no estar actualmente en el poder, sus declaraciones sobre imponer aranceles a todos los productos mexicanos continúan generando incertidumbre.
Este tipo de amenazas puede afectar directamente las expectativas del mercado, provocar salidas de capital y depreciaciones abruptas del peso. En el pasado, anuncios similares llevaron al tipo de cambio por encima de los 20 pesos por dólar en cuestión de días.
El riesgo político se mantiene como un factor que debe ser monitoreado de cerca por cualquier actor económico en México.
Oportunidades para empresas exportadoras e importadoras
La apreciación del peso tiene implicaciones diferenciadas según el modelo de negocio. Las empresas importadoras se benefician de menores costos en insumos y bienes de capital, lo que mejora su rentabilidad y competitividad.
Por el contrario, los exportadores enfrentan márgenes más ajustados, ya que reciben menos pesos por cada dólar facturado. Este efecto puede mitigarse mediante estrategias de cobertura o ajustes en precios internacionales.
Empresas como Bimbo y Cemex, con operaciones globales, han implementado políticas cambiarias activas para contrarrestar estos movimientos.
Estrategias financieras ante la volatilidad cambiaria
Ante la posibilidad de una reversión en la tendencia del peso, las empresas con exposición significativa al tipo de cambio deberían implementar coberturas financieras. Instrumentos como forwards, swaps o seguros de tipo de cambio pueden reducir la vulnerabilidad ante fluctuaciones bruscas.
Además, una planificación financiera sólida debe contemplar escenarios de estrés en los cuales el tipo de cambio vuelva a niveles de 20 pesos por dólar o más.
La gestión proactiva del riesgo cambiario se convierte así en una práctica esencial para garantizar la estabilidad operativa y financiera de las compañías.
Impacto en consumidores y viajeros
Para los consumidores, la fortaleza del peso representa una ventana de oportunidad para adquirir bienes y servicios denominados en dólares a precios relativamente más bajos. Esto incluye desde tecnología importada hasta viajes internacionales.
Sin embargo, esta ventaja puede ser temporal si se confirma una depreciación futura, por lo que es recomendable anticipar compras importantes o planificar viajes aprovechando el tipo de cambio actual.
Las agencias de viaje y comercios han reportado un aumento en las operaciones internacionales debido a este entorno cambiario favorable.
Conclusión: prepararse para escenarios cambiantes
La apreciación del peso mexicano es el resultado de una combinación de factores externos como la debilidad del dólar y la política monetaria estadounidense, junto con fundamentos macroeconómicos sólidos y decisiones prudentes del Banco de México.
No obstante, los riesgos geopolíticos, especialmente relacionados con Estados Unidos y China, así como la posibilidad de cambios en las condiciones monetarias globales, podrían alterar esta tendencia.
Empresarios, inversionistas y consumidores deben mantenerse informados y adoptar estrategias que les permitan aprovechar las oportunidades actuales, sin perder de vista la necesidad de protección ante posibles escenarios adversos.




