Introducción
La inversión fija es uno de los pilares fundamentales para el crecimiento económico sostenible de cualquier región. En el caso de Monterrey, una de las zonas económicas más dinámicas de México, la reciente moderación en este indicador ha generado preocupación entre empresarios, analistas e inversionistas. Este artículo ofrece un análisis detallado del contexto nacional y regional que ha provocado esta desaceleración, así como las oportunidades y desafíos que enfrentan los principales actores económicos en este entorno.
Panorama de la Inversión Fija en México
La inversión fija bruta en México ha experimentado una contracción significativa en los últimos meses. Esta inversión, que incluye la adquisición de maquinaria, equipo y construcción, acumuló seis meses consecutivos de caídas interanuales hasta abril de 2025. Por ejemplo, en febrero de 2025 se registró una contracción del 7.8%, mientras que en enero fue del 6.7%.
Este comportamiento refleja un entorno de cautela entre los inversionistas y empresarios, impulsado por factores como la incertidumbre comercial global y la reducción en el gasto público. La menor inversión afecta directamente la productividad y la capacidad de crecimiento de largo plazo de la economía.
La caída prolongada de la inversión fija representa una señal de alerta para la economía mexicana, especialmente en un momento donde la recuperación postpandemia aún no se consolida completamente.
Desempeño del Sector Construcción
El sector construcción ha mostrado comportamientos dispares. Mientras la construcción residencial tuvo un repunte mensual del 5.8% en febrero, la construcción no residencial —que incluye edificios industriales y comerciales— cayó un 1.7%. Esta divergencia es clave para entender la dinámica de la inversión fija.
El valor de la producción de las constructoras a nivel nacional cayó un 16.8% anual, aunque con una ligera mejora mensual del 0.2% en febrero. Estos datos evidencian un proceso de estabilización incipiente, pero aún con grandes retos.
El contraste entre los subsectores del ramo constructor indica que la inversión está siendo dirigida hacia segmentos específicos, como vivienda, mientras otros sectores críticos para la industria y el comercio permanecen estancados.
Monterrey: Centro Industrial Bajo Presión
Monterrey, considerado uno de los principales centros industriales de México, enfrenta una serie de desafíos que limitan su capacidad de atraer inversión fija. En abril de 2025, solo el 24% de las empresas en la zona metropolitana reportaron haber invertido en maquinaria, equipo o construcción, una reducción frente al 25% de marzo.
El índice de producción manufacturera se ubicó en 46.5 puntos en marzo, por debajo del umbral de 50 que marca expansión, lo que indica contracción en la actividad. Además, el 50.8% de las empresas encuestadas señalaron al panorama político como la principal barrera para invertir.
Estos datos reflejan un entorno de incertidumbre en Monterrey, donde la capacidad ociosa y la acumulación de inventarios no deseados están frenando el dinamismo empresarial.
Factores Estructurales que Limitan la Inversión
La caída en la inversión fija también responde a factores estructurales a nivel nacional. Uno de los más relevantes es la contracción del gasto público. El Presupuesto 2025 recortó en un 12.7% real la inversión física respecto al año anterior, afectando proyectos de infraestructura clave.
Otro factor es la persistente presión inflacionaria. Aunque la inflación general se ubicó en 3.93% en abril de 2025, los rubros subyacentes como servicios y mercancías siguen mostrando incrementos preocupantes, lo que encarece los costos de inversión.
Estos elementos estructurales generan un entorno poco propicio para la inversión productiva, ya que reducen los márgenes y aumentan los riesgos operativos de las empresas.
Incertidumbre Comercial Internacional
Las tensiones comerciales, particularmente con Estados Unidos, han tenido un impacto directo en la inversión en sectores manufactureros. La amenaza de nuevos aranceles y la revisión del T-MEC generan incertidumbre sobre la viabilidad de cadenas de suministro existentes.
Empresas del sector automotriz y electrónico, con fuerte presencia en Monterrey, han comenzado a reevaluar sus estrategias de inversión ante el riesgo de interrupciones comerciales. Esto se traduce en una postura más conservadora en cuanto a expansión y modernización.
La incertidumbre externa actúa como freno a la inversión, especialmente en una economía tan abierta como la mexicana, donde las exportaciones representan cerca del 40% del PIB.
Proyectos Públicos y su Ejecución Limitada
El gobierno federal ha anunciado proyectos como los «Polos de Bienestar», diseñados para integrar parques industriales con vivienda e infraestructura. Sin embargo, la implementación ha sido lenta: solo 16 polos están programados para licitarse en mayo, y el tiempo promedio para su concreción es de 2.6 años.
Además, la inversión mixta en estos proyectos representa apenas el 38% del financiamiento esperado para rubros clave como energía y carreteras, lo que limita su alcance en el corto plazo.
La falta de ejecución efectiva en proyectos públicos reduce el efecto multiplicador de la inversión pública y retrasa la reactivación de sectores estratégicos.
Desafíos Operativos para las Empresas
Las empresas enfrentan obstáculos adicionales, como la escasez de personal calificado y el aumento de los costos logísticos. Más del 50% de las compañías en Monterrey identifican estos factores como barreras significativas para invertir.
El aumento de días de inventario —51.5 puntos en marzo— señala una acumulación no planificada de productos, lo que indica una demanda débil y problemas de rotación de inventario.
Estos desafíos operativos obligan a las empresas a replantear sus estrategias de expansión y enfocarse en eficiencias internas, lo que puede limitar la inversión en nuevas capacidades.
Estrategias Empresariales para Enfrentar la Incertidumbre
Frente al entorno adverso, muchas empresas han optado por diversificar sus cadenas de suministro. Alianzas con socios dentro del T-MEC y en mercados emergentes permiten reducir riesgos comerciales y logísticos.
Además, algunas industrias están aprovechando los incentivos fiscales y la infraestructura planificada en proyectos como los Polos de Bienestar para planear inversiones a mediano plazo.
Estas estrategias, si bien no tienen impacto inmediato, pueden posicionar a las empresas para capturar oportunidades cuando el entorno macroeconómico se estabilice.
Oportunidades para Inversionistas
En medio de la incertidumbre, existen sectores con alto potencial de crecimiento. La electromovilidad y las energías renovables, por ejemplo, recibirán el 38% del financiamiento eléctrico hacia 2030, según estimaciones oficiales.
También se espera que proyectos de infraestructura como el Tren México-Querétaro, previsto para 2027, impulsen los encadenamientos productivos en regiones cercanas, incluyendo Monterrey.
Para los inversionistas, enfocar su capital en sectores estratégicos y con respaldo normativo puede ofrecer retornos atractivos a mediano y largo plazo.
Recomendaciones para el Gobierno
Para reactivar la inversión fija, es fundamental que el gobierno acelere los procesos de licitación y reduzca la burocracia mediante ventanillas únicas digitales. Esto permitiría una ejecución más rápida de proyectos públicos y mayor participación del sector privado.
Asimismo, invertir en formación técnica mediante programas duales (empresa-escuela) puede ayudar a cerrar la brecha de habilidades que limita la expansión industrial en zonas como Monterrey.
Estas acciones no solo mejorarían el entorno de negocios, sino que también fortalecerían la competitividad del país en sectores clave.
Perspectivas hacia 2026
A pesar del panorama actual, hay razones para el optimismo. La posible revisión anticipada del T-MEC en 2026 podría generar un nuevo marco de certidumbre comercial y atraer flujos de inversión extranjera directa.
Además, los avances en automatización y tecnificación agrícola podrían mejorar la productividad y compensar parte de las debilidades estructurales actuales.
La clave está en una coordinación ágil entre sector público y privado, enfocada en convertir los desafíos actuales en ventajas competitivas sostenibles.
Conclusión
La moderación de la inversión fija en Monterrey es reflejo de un entorno económico complejo, caracterizado por incertidumbre comercial, restricciones presupuestarias y desafíos operativos. Sin embargo, también abre la puerta a nuevas estrategias empresariales, oportunidades sectoriales y reformas estructurales necesarias.
Para empresarios, inversionistas y autoridades, el reto consiste en impulsar una agenda conjunta de reactivación, centrada en eficiencia, innovación y colaboración. Solo así podrá revertirse la tendencia actual y abrir camino hacia una recuperación sólida en 2026.