Introducción
El fortalecimiento del peso mexicano frente al dólar ha captado la atención de analistas e inversionistas. En un entorno internacional marcado por tensiones geopolíticas, decisiones monetarias clave y negociaciones comerciales, la divisa mexicana mostró una apreciación significativa. Este artículo profundiza en los factores que impulsaron este comportamiento, analiza sus implicaciones para empresas, mercados e inversionistas, y ofrece perspectivas sobre la sostenibilidad de esta tendencia.
El impacto del alto al fuego en Medio Oriente
El cese de hostilidades entre Israel e Irán, anunciado por Estados Unidos, redujo la aversión global al riesgo. Este tipo de eventos geopolíticos suelen generar volatilidad en los mercados financieros, especialmente en activos considerados refugio como el dólar. La tregua calmó temporalmente el nerviosismo de los inversionistas, impulsando la búsqueda de rendimientos en mercados emergentes como México.
Un ejemplo claro fue la apreciación del peso mexicano en un 0.80% el 24 de junio de 2025, cerrando en 18.9930 unidades por dólar. La noticia fue bien recibida por los mercados, que vieron en la tregua una oportunidad de estabilización regional.
Este fenómeno confirma que la estabilidad geopolítica puede fortalecer monedas emergentes, al atraer capitales globales que buscan rendimientos superiores en entornos de menor riesgo.
Debilidad del dólar y su efecto en divisas emergentes
El índice dólar retrocedió un 0.29% tras declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, indicando posibles recortes en tasas de interés. Esta expectativa debilitó al billete verde y favoreció a monedas como el peso mexicano.
La relación entre el dólar y las divisas emergentes es inversa: cuando el dólar se debilita, se incrementa la demanda por monedas con mayores tasas de interés y estabilidad macroeconómica. En este contexto, el peso destacó por su atractivo como instrumento de carry trade.
La caída del dólar refleja una mayor sensibilidad del mercado a la política monetaria de la Fed, lo que ofrece oportunidades para países con fundamentos sólidos como México.
Política monetaria de Banxico: decisiones clave
El Banco de México se prepara para anunciar su decisión de política monetaria el 26 de junio. Existe un amplio consenso entre analistas sobre un posible recorte de 50 puntos base en la tasa de referencia, llevándola al 8%.
A pesar de esta reducción, el diferencial con las tasas estadounidenses seguiría siendo atractivo, manteniendo el interés en operaciones de carry trade. Además, la estabilidad macroeconómica mexicana refuerza la percepción de bajo riesgo, elemento clave para la inversión extranjera.
La gestión monetaria de Banxico influye directamente en la fortaleza del peso, y una estrategia clara puede consolidar su posicionamiento internacional.
Comercio bilateral: negociaciones México–EE.UU.
Paralelamente, México y Estados Unidos avanzan en un acuerdo para reducir aranceles a través de un sistema de cuotas sobre importaciones de acero. Este esquema beneficiaría a exportadores mexicanos, al mismo tiempo que reduce presiones inflacionarias internas.
Empresas del sector siderúrgico como Ternium y Altos Hornos de México podrían recuperar competitividad frente a competidores globales. Según cifras de la CANACERO, las exportaciones de acero a EE.UU. representaron el 31% del total en 2024.
Este tipo de acuerdos puede tener efectos positivos en la balanza comercial y sostener la apreciación del peso a mediano plazo.
Flujos de capital hacia mercados emergentes
La reducción del riesgo geopolítico y la expectativa de tasas más bajas en EE.UU. impulsaron flujos de capital hacia mercados emergentes. México, con un régimen cambiario flexible y fundamentos macroeconómicos sólidos, se posiciona como uno de los destinos preferidos.
Fondos de inversión globales han incrementado su exposición en bonos mexicanos, acciones de empresas exportadoras y fondos cotizados (ETFs) ligados al IPC. Datos del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) muestran un incremento del 12% en flujos hacia América Latina durante junio de 2025.
Este apetito por activos mexicanos refuerza la demanda por pesos, fortaleciendo su cotización frente al dólar.
El rol del carry trade en la fortaleza del peso
El carry trade consiste en endeudarse en monedas con tasas bajas (como el dólar) para invertir en activos en monedas con tasas más altas (como el peso). Esta estrategia ha cobrado fuerza ante la perspectiva de un ciclo monetario expansivo en EE.UU. y tasas aún elevadas en México.
Inversionistas institucionales han aprovechado esta oportunidad para generar rendimientos superiores con instrumentos de deuda mexicana, como los CETES a 28 días, actualmente en torno al 8%.
Mientras Banxico mantenga una diferencia positiva respecto a la Fed, el peso seguirá siendo una opción atractiva para estrategias de carry trade.
Riesgos geopolíticos y vulnerabilidad del peso
A pesar del optimismo reciente, el peso sigue expuesto a riesgos externos. Una ruptura del alto al fuego en Medio Oriente podría provocar una nueva ola de aversión al riesgo, afectando negativamente a monedas emergentes.
Además, la política comercial estadounidense, especialmente los aranceles de Trump a socios estratégicos, podría generar incertidumbre en sectores clave para México como el automotriz y el manufacturero.
Estos factores subrayan la necesidad de mantener una cobertura cambiaria adecuada y diversificar portafolios en escenarios volátiles.
Inflación en México y margen de maniobra del Banxico
La inflación local es otro factor crítico. Si bien se ha moderado en los últimos meses, cualquier repunte podría limitar la capacidad del Banco de México para continuar con recortes agresivos en tasas.
El INEGI reportó una inflación anual de 4.1% en mayo de 2025, cercana pero aún por encima del objetivo del 3%. Un alza inesperada en los precios podría frenar la política monetaria expansiva y modificar las expectativas del mercado.
El equilibrio entre estímulo monetario y control inflacionario será crucial para sostener la confianza en el peso mexicano.
Perspectivas de corto plazo para el tipo de cambio
Analistas proyectan que el tipo de cambio oscilará entre 18.94 y 19.18 pesos por dólar en las próximas sesiones. Esta estimación está condicionada a la evolución del panorama internacional y a los datos económicos clave que se publicarán en EE.UU. y México.
Monex y Banorte coinciden en que la decisión de tasas del 26 de junio y los avances en las negociaciones comerciales con EE.UU. serán determinantes. También influirán los datos de empleo e inflación estadounidenses, que podrían alterar las expectativas sobre la política de la Fed.
En este contexto, la volatilidad seguirá presente, pero el peso mantiene fundamentos sólidos para sostener su apreciación.
Estrategias para empresas con exposición cambiaria
Las empresas que importan insumos o exportan productos deben adoptar estrategias de cobertura cambiaria para protegerse de movimientos abruptos en el tipo de cambio.
Herramientas como forwards, opciones o swaps permiten fijar precios futuros y evitar pérdidas por fluctuaciones cambiarias. Empresas exportadoras del Bajío y del norte del país han reportado mejoras en márgenes gracias a un peso más fuerte.
La gestión del riesgo cambiario se vuelve esencial en un entorno global incierto, permitiendo a las empresas mantener su competitividad.
Oportunidades para inversionistas individuales
Los inversionistas minoristas pueden capitalizar el fortalecimiento del peso a través de instrumentos denominados en moneda local. Fondos de deuda gubernamental, bonos de empresas sólidas y ETFs del mercado mexicano son opciones con buen perfil riesgo-retorno.
Además, la apreciación del peso reduce el costo de viaje y consumo en el extranjero, lo que también beneficia a sectores como el turismo y los servicios.
Diversificar portafolios y aprovechar el entorno de tasas aún altas en México puede generar rendimientos atractivos en el corto y mediano plazo.
Conclusión
La apreciación del peso mexicano refleja una combinación de factores externos e internos: tregua geopolítica, debilidad del dólar, flujos de inversión y fundamentos económicos sólidos. Para empresas, inversionistas y responsables de política pública, este escenario presenta tanto oportunidades como desafíos.
Es fundamental mantenerse informado, implementar estrategias de cobertura y diversificación, y aprovechar el contexto monetario para fortalecer portafolios y operaciones. La sostenibilidad del peso dependerá de la evolución de los factores analizados y de la capacidad de México para mantener su estabilidad macroeconómica.